¿QUE ES LA DISPEPSIA FUNCIONAL?
La dispepsia es un cuadro clínico compuesto por un conjunto de síntomas continuos o intermitentes, referidos por el paciente como dolor, malestar o incomodidad tipo pesadez o plenitud en el hueco del estómago, que pueden o no, empeorar al comer. Se presenta a veces con distensión o hinchazón, incapacidad para terminar una comida, eructos y náuseas, pero no vómitos.
Afecta al 35-40% de la población general. Sin embargo, sólo en 20% de los pacientes con dispepsia atendida en el médico de cabecera, se encuentra causa orgánica que la justifique, sea benigna (la gran mayoría) o maligna.
En el 80% restante, se trata de pacientes con la llamada dispepsia “funcional”, “no orgánica”. Es la dispepsia en que las molestias no se deben a la presencia de enfermedad demostrable, digestiva o no, al alcoholismo o tabaquismo Crónicos, ni la toma prolongada de fármacos.
¿Cuál es entonces la causa de estas molestias? Se piensa que se deben a un aumento de la sensibilidad de estómago e intestinos.
SINTOMAS
La definición de dispepsia nos indica sus síntomas: dolor, malestar o incomodidad en zona teórica del estómago. Al llamarla “funcional” estamos Indicando que no es “orgánica”, que no se debe a una lesión como una úlcera, estrechez, tumor, etc. Es muy importante saber que en la dispepsia funcional No debe haber manifestaciones de “alarma” como fiebre, vómitos, adelgazamiento, Dolor de vientre nocturno, dificultad o dolor para tragar, presencia de Sangre roja o digerida (melena) en las heces, anemia, ictericia (coloración Amarilla de la piel), orinas oscuras, aumento del volumen del hígado en la exploración física o presencia de una masa abdominal.
Tampoco debe haber alteraciones en los análisis normales de sangre y orina, y las exploraciones física y complementarias cardiovascular, renal, respiratoria y digestiva han de ser normales. Con frecuencia estos pacientes aquejan otras manifestaciones junto a las digestivas: dolor de cabeza, mareos (no vértigo), insomnio, cansancio psicofísico, irritabilidad, pulso acelerado, dolores musculares generalizados, pinchazos en tórax o en abdomen, dolor lumbar crónico, micción frecuente o dificultosa, y si es mujer reglas dolorosas y dolor durante el coito o después.
DIAGNOSTICO.
El diagnóstico de sospecha se basa en la existencia de manifestaciones Compatibles con “dispepsia”, en pacientes que además ni tengan síntomas o signos de alarma, ni aquejen enfermedades del resto del organismo (extradigestivas).
Para estar seguros de que se trata de una dispepsia funcional, debemos excluir que los síntomas se deban a hábitos tóxicos (alcoholismo, tabaquismo) o a toma crónica de fármacos posiblemente responsables (Singularmente aspirina o antiinflamatorios no esteroides, pero también Broncodilatadores, antibióticos, antihipertensivos, medicamentos para el colesterol, Hormonas, sales de calcio o de hierro).
*El diagnóstico de confirmación de “dispepsia funcional” se consigue comprobando que los análisis son normales y también las exploraciones complementarias digestivas adecuadas.
*El médico considerará la necesidad de Endoscopia Oral según las circunstancias particulares de cada enfermo:
—Si se trata de pacientes a los que nunca se les ha hecho una Endoscopia Oral, se debe hacer ésta si hay síntomas o signos de alarma, o en personas de más de 50 años o para aliviar temores o preocupación del enfermo (ya que el Tener una Endoscopia normal tranquiliza mucho y ayuda a la recuperación).
—En el caso de pacientes que ya tengan Endoscopia previa, ésta se repetirá si aparecen síntomas o signos de alarma o si hay empeoramiento de los síntomas o ausencia de mejoría sintomática.
Una vez que a un paciente se le diagnostica una dispepsia funcional, es interesante saber que esto se confirma por la evolución clínica en el 95% de los Casos.
TRATAMIENTO.
No hay acuerdo en la comunidad médica sobre cómo y cuándo tratar la Dispepsia Funcional. La posible mejoría se suele ver confundida porque en este cuadro hay una elevada respuesta al placebo: el paciente mejora por la confianza que le da recibir un tratamiento y no por el tratamiento en sí. La Clave es conseguir mejorar la calidad de vida relacionada con la salud de estos Pacientes de manera eficiente. En general hay dos líneas de tratamiento: a) no Farmacológico; y b) farmacológico (medicamentos).
*Pero esto debe realizarlo su médico de cabecera y/o Gastroenterólogo, o bien su médico Internista que también se ocupa de estos temas.
Dr. Roberto González G.
Gastroenterólogo.