Francisco de Quevedo (Madrid 1580- Villanueva de los Infantes,Ciudad Real 1645).
1- ¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh, muerte fría,
Feroz, de tierra el débil muro escalas,
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo, sin mirar las alas.
¡Oh, condición mortal! ¡Oh, dura suerte!
¡Que no puedo querer vivir mañana!
sin la pensión de procurar mi muerte!
Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución, con que me adviertes
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.
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