En su volar vigilante sobre el mundo de los humanos, percibió quejas en una extraña pareja, a la cual el gordito que juega con flechas, había herido con las de punta dorada, esas que producen amor. Su misión la había realizado como siempre, conciencia de perfección ...
Pero sucedían cosas extrañas en la pareja, a pesar de que se amaban y que sus días eran como años, la separación entre ellos parecía estarse gestando a través de la mar que los separaba. Marte, Dios de la Guerra había estado ejecutando alguna acción, pues últimamente se estaban produciendo muchos desencuentros que podrían acabar con ese encadenamiento amoroso que según Cupido, era para siempre, puesto que no fallaba nunca.
Pero sucedían cosas extrañas en la pareja, a pesar de que se amaban y que sus días eran como años, la separación entre ellos parecía estarse gestando a través de la mar que los separaba. Marte, Dios de la Guerra había estado ejecutando alguna acción, pues últimamente se estaban produciendo muchos desencuentros que podrían acabar con ese encadenamiento amoroso que según Cupido, era para siempre, puesto que no fallaba nunca.
Jupiter Dios supremo, Dios del rayo, despertó molesto de su descanso, pero Cupido era uno de los dioses al cual Jupiter le tenía especial cariño, y no podía creer que el niño hubiese hecho mal su trabajo, las fechas estaban bendecidas por él mismo. Levantose de su dorada y blanda cama, vestido de gloriosa blancura, barba crecida y blanca como la nieve, cabello cano. Majestuosa imagen, dirigió la mirada autoritaria a Mercurio, el de sombrerito y Sandalias aladas, mensajero de los Dioses, ordenándole avisara a todos los Dioses mayores para sesión extraordinaria.
Mercurio de pies voladores, raudo y veloz cumplió su cometido y poco tiempo después, estaban todos sentados ante la fría e impoluta mesa de mármol blanco de Carrara. El salón amplísimo, luminoso como la nieve, suelo de nubes blanquísimas. No tarda en aparecer el Dios barbado, Jupiter tronante...
Mercurio de pies voladores, raudo y veloz cumplió su cometido y poco tiempo después, estaban todos sentados ante la fría e impoluta mesa de mármol blanco de Carrara. El salón amplísimo, luminoso como la nieve, suelo de nubes blanquísimas. No tarda en aparecer el Dios barbado, Jupiter tronante...
- y dio comienzo la sesión.
Mercurio expuso el problema, entre la "Princesa eterna" y el hombre herido por cupido, el mismo que la había nombrado su princesa eterna. Siendo el propio Mercurio quien afirmaba tras haber observado lo que sucedía en los últimos días entere la princesa y el humano implicado, que Cupido había fallado y que esos dos, no deberían seguir juntos, que no parecía fuera para siempre ese enamoramiento, había observado cosas que no encajaban bien en cosas de amor, por tanto acusaba a Cupido de negligente y solicitaba su rectificación, pedía que les lanzara flechas de punta de plomo, las flechas del desamor y entre esos dos desaparecería el amor sin dolor.
Luego fue Juno, Diosa del Hogar y del Matrimonio, quien expuso en largo discurso haciendo ver las virtudes del amor, de la permanencia, de la unión del hogar , argumentaba que tenían derecho a permanecer unidos, porque ella si, creía en el gordito flechador, y creía que si, que esa pareja estaba bien herida y que debían continuar, hubo grandes aplausos generales cuando Juno terminó de hablar.
Diana la Cazadora, virgen que renunció al amor, sorprendentemente también apoyó la moción de Juno, aunque ella no entendía de amores, pero si observaba que los humanos funcionan con ese sentimiento y estos dos parecía que tenían puro el sentimiento amoroso, por lo que no se explicaba los choques, desencuentros... apoyaba a Juno.
Habló también Venus, la Diosa del amor, dio un corto, profundo y pasional discurso, encendido de amor, e igualmente apoyó a Juno, incluso llegó a verter lágrimas tras terminar pensando en los Humanos-Princesa Eterna, y el hombre de pueblo.
Apolo, aunque habitualmente habla poco, se justifica mas bien, tañendo la Lira, Dios de la Luz, música y poesía, esta vez si, se levantó tras concedérsele la palabra. Y con mirada gacha, comentó, que él había intervenido sobre el hombre enamorado infundiéndole palabras poéticas embebidas de pasión para mostrar a su princesa. No estaba dispuesto a permitir que su trabajo haya sido en vano, por tanto apoyaba a Juno en su petición. y así siguieron los diferentes Dioses del Azul celeste, exponiendo y opinando sobre lo que si debía hacerse o no debía hacerse, sobre el extraño e increíble episodio de los humanos enamorados.
Por fin llegó pues el turno del propio Cupido, y el gordito de mirada alegre y traviesa, semidesnudo, siempre con sus flechas a cuestas, sin alterar su sonrisa, con fina voz habló y habló... y terminó de forma rotunda e imperativa afirmando que sus flechas de punta dorada, las flechas del amor, habían sido fabricadas y bendecidas por el propio Júpiter, y que él no había errado el disparo, él había alcanzado de pleno a los dos humanos, que eran los adecuados para el amor mutuo, los atravesó completamente, por tanto no había posibilidad que pudieran deshacerse de ese amor infundido.
Solicitaba ante el consejo de Dioses, y humildemente ante el Dios supremo de barba y cabellos blancos , que se permitiera a ese amor continuar, y que no desapareciera nunca la ilusión de la unión, que se mantuvieran pues eternamente.
Venus, la Diosa del amor, de la belleza y del deseo fue la primera en aplaudir a Cupido, Juno y todos los demás siguieron con manifestaciones de júbilo, mucho ruido y gritería en la sala, vivas, cantos y palmas... hasta el Dios Baco apareció allí sin estar convocado con una barrica de vino para celebrar.
¡ALTOOOÒ! ¡ SILENCIOÓ! Tronó Júpiter con rayos en ambas manos, se puso de pie.
El silencio fue sepulcral, dioses intimidados por la voz poderosa y retumbante del Dios Mayor... quien dijo: "Escuchadas las partes y las valoraciones que todos habéis hecho sobre la increíble y bella historia de esos dos insignificantes humanos, convertidos en grandiosos gracias a, primero la acción de mi querido hijo Cupido, y al apoyo de Venus Diosa del amor y de todos los demás, pareciéndome que son mayoría los que le prestan apoyo a esta pareja, ordeno, repito, ordeno le sea restituida la integridad de su relación amorosa, que sigan embebidos de puro amor en forma permanente, que aunque surjan desavenencias, todos Uds, Dioses vigilen a los humanos y les presten todo el apoyo necesario para que superen esas insignificancias... digo todos los Dioses, menos Marte Dios de la Guerra, del que no me fío ni un pelo, (ese siempre anda queriendo bronca).
Así pues esta pareja, la princesa eterna y el descendiente de ...¿como se llama? -¡Adán!- dijeron todos a la vez-. deben mantenerse eternamente enamorados y vivir juntos para siempre. ¡ He dicho!. ¡ahhhh! y tu Mercurio, no vuelvas a interrumpir mi descanso... al menos por nada relacionado con estos dos... Ya en sonido bajo como para si mismo, " Que dificil son estos humanos, no terminan de aprender " diciendo esto, lanzó sobre la blanquísima superficie marmórea, los rayos dorados que portaba en ambas manos, desapareciendo al instante todo lo que allí había... solo quedó en el ambiente un sutil olor a violetas.
El silencio fue sepulcral, dioses intimidados por la voz poderosa y retumbante del Dios Mayor... quien dijo: "Escuchadas las partes y las valoraciones que todos habéis hecho sobre la increíble y bella historia de esos dos insignificantes humanos, convertidos en grandiosos gracias a, primero la acción de mi querido hijo Cupido, y al apoyo de Venus Diosa del amor y de todos los demás, pareciéndome que son mayoría los que le prestan apoyo a esta pareja, ordeno, repito, ordeno le sea restituida la integridad de su relación amorosa, que sigan embebidos de puro amor en forma permanente, que aunque surjan desavenencias, todos Uds, Dioses vigilen a los humanos y les presten todo el apoyo necesario para que superen esas insignificancias... digo todos los Dioses, menos Marte Dios de la Guerra, del que no me fío ni un pelo, (ese siempre anda queriendo bronca).
Así pues esta pareja, la princesa eterna y el descendiente de ...¿como se llama? -¡Adán!- dijeron todos a la vez-. deben mantenerse eternamente enamorados y vivir juntos para siempre. ¡ He dicho!. ¡ahhhh! y tu Mercurio, no vuelvas a interrumpir mi descanso... al menos por nada relacionado con estos dos... Ya en sonido bajo como para si mismo, " Que dificil son estos humanos, no terminan de aprender " diciendo esto, lanzó sobre la blanquísima superficie marmórea, los rayos dorados que portaba en ambas manos, desapareciendo al instante todo lo que allí había... solo quedó en el ambiente un sutil olor a violetas.
RGG
24-febrero-2016.