El viernes pasado les decía que sabía la transitoriedad de mi vida, y ese día sería para mí un gran día, que los dejaba con el deseo tuvieran también un gran día.
Y sin ser mago, aquello sucedió, fue un gran día para mi. Esa mañana tuve un contratiempo en el camino hacia el hospital, y llegué tarde…
Se acumulaban enfermos y el personal estaba nervioso, procuré no inmutarme yo venía decidido a que fuera un buen día, y les dije, ¿cual es el problema?. Ya estoy aquí, el retraso ya terminó, comencemos y resolvamos. -siguieron relatando unos minutos, la espuma bajo y quedó nivelada.
La primera paciente que iba a ser sometida a Colonoscopia, ya estaba tendida en la mesa de exploraciones , la enfermera entró al despacho donde anotaba los datos de filiación, y me dice:
Dr. Empezamos muy mal el día, tarde y para colmo, la paciente primera, es una mujer joven, 35 años, con un dolor que nadie sabe todavía de que es, por ello la colonoscopia , pero su vida es un víacrucis.
Bueno le digo, todos tenemos viacrucis, no te sorprendas, algunos se ven, otros no se ven, pero haberlos haylos para todos.
-La paciente en cuestión supe, había sido una chica bonita, virtuosa, trabajadora, y enamorada. Se casó por amor, y a pesar de no querer hijos en ese momento, lo tuvo por satisfacer al marido , su príncipe azul que la amaba.
Fue nada mas tener el hijo, y aquella alimaña de marido, se trasmutó en el cachudo mismo, la chica no llegó a oler el azufre, porque él no le dio tiempo, él cambió su trato y la abandonó.
Ahí quedó nuestra protagonista, tocada y hundida, sin trabajo, con un niño pequeñito que el padre ni siquiera llegó a verle, a conocer… Pasó un tiempo de recomposición y la madre de la mujer que esperaba para la prueba, ya sufre de un cáncer que se hace terminal en breve tiempo y la pierde. El dolor físico, dolor del alma y dificultades crecen... El tiempo transcurría lento con tanto sufrimiento para esta mujer, ella clamaba por el paso rápido, había que ocuparse de resolver... Con toda la historia ya integrada entré a la sala de endoscopia, sin saber que faltaba más.
La chica que ahora estaba tendida, enfermó tras la muerte de su mamá, pero los médicos no le pusieron mucho interés al caso, puesto que coincidía con situaciones de estrés y situaciones traumáticas reiteradas en corto espacio de tiempo. Consideraron que era normal sufriera de síntomas musculares, debilidad, imposibilidad de caminar, dolores... Pasando el tiempo se dieron cuenta que el sustrato de sus síntomas no eran los sufrimientos o dramas padecidos, sino una enfermedad desconocida, rara, y en eso están. .. Sufre de una enfermedad orgánica rara.
Al momento de entrar a realizar la prueba, esperaba ver una mujer joven, hundida, depresiva, deshecha, pero no. Me sorprendí agradablemente, me hubiera gustado verme la cara y que se la vieran a ella, me entró como aire limpio a los pulmones y sangre oxigenada al corazón… Encontré una mujer morena, pelo negro azabache mas negro aún sobre las sábanas blancas, largo, largo, atractiva de cara, y sonriendo con timidez, sonrisa que enamora. ¡Vaya! le digo, ¡ Y yo que creí que estabas enferma!. Amplió su sonrisa, sus ojos brillaron,… no llores le dije. - No lloro me dijo, mis ojos están húmedos, pero no lloro estoy contenta de estar aquí.
Antes de la prueba estuvimos platicando unos minutos mas, de otras cosas de ella, y de la vida y del tiempo y de la gente y de su hijo. Yo estaba interesado en hacerle ver que ese día, era un gran día, hoy viernes, es un gran día le decía yo, un día especial como cada uno de los días, se lo acabo de decir a mis amigos de FB, le dije. Se rió más, y me dijo, no, si yo sé… Hoy vengo aquí con esta sonrisa porque estoy contenta de estar viva, si yo le cuento toda mi vida, Ud se va a ir triste a su casa, así que hagamos la prueba, y vámonos los dos contentos. Aquello me agradó y expresé : Me encanta eso que has dicho, Vamos a la prueba.
- ¿Como puedo permitirme , el lujo de decir "No estoy bien"?, cuando cada día veo cosas como esta.
- Esa chica, había asimilado el golpe, lo había digerido, había identificado las dos partes, había pagado la parte mala, y había sacado el jugo a esa parte, la parte buena, el sobreponerse, y decir menos mal que me separé de aquel bicharraco, mi madre está en el cielo, y ahora a pesar de mi desgracias, soy feliz y mi hijo el motor que me impulsa.
Dr. Roberto González G.
Gastroenterología- Endoscopia Digestiva.
Huelva-31-110-2017