LOS GIRASOLES DE HUELVA.
🌻🌻🌻🌻🌻🌻
La Carretera sinuosa al acercarse , cuando ya se huele a mar, los sentidos despiertan y la vista se regocija de esas amplias suaves colinas y como pintadas de amarillo por la mano de Dios, nos permite extasiarnos con esos miles y miles de girasoles al borde reclamando vida con el astro, entonces sabemos ya que estamos a un suspiro de la ciudad de Huelva, eso nos adelanta que entraremos en una bella ciudad de Andalucía, ya se huele a sal de bellas playas de aguas templadas, a Jamón de la sierra, a un clima de bonanza, y alegrándonos el espíritu nos adentramos en la ciudad y sus pueblos y es cuando sentimos a los verdaderos girasoles de huelva, que son sus gentes, las personas que pueblan la ciudad, sus playas, sus pueblos.
Nos llega placer a los ojos, al paladar, al olfato, al gusto, y también al tacto de la mano franca que encuentra uno en la gente de Huelva y sus rincones, que hacen que un persona turista o permanente se sienta como en su propia casa, y que yo tuve la suerte de experimentar en todas sus facetas, y como no puede ser de otra manera su deliciosa gastronomía, gambas de huelva, chocos de huelva, boquerones, y resto de la estupenda población mareña de esta ciudad, pero por si eso fuera poco tenemos los vinos de la tierra, las frutas de huelva entre las cuales tiene distinción especial las fresas de Lepe, incluyo los magníficos chistes de Leperos, los ha dado esta tierra bendita, que sigue dándonos con los Jamones pata negra de Jabugo y demás poblados que no se quedan atrás en eso del buen yantar.
He tenido la suerte de trabajar y convivir con el pueblo de Huelva durante muchos años , sus calles limpias y refrescadas por dondequiera con árboles de copas verdes que purifican el aire y dan vida, de la solidaridad choquera doy fe, excelencias de gente abiertas compresivas con el de fuera, buena gente, gente abierta, buen humor por todos lados y a cualquier hora.
Esos girasoles que les refiero sobre la entrada a la ciudad, son precisamente esas cosas que menciono del mar, del campo, de la sierra que son verdaderas exquisiteces, ¡Que linda es Huelva!, pero sobretodo que linda es su gente, esa gente que son los verdaderos girasoles de huelva.
Esa gente que se ha quedado en mí para siempre como cada girasol que me mira.
Por imperativos he tenido que dejar la ciudad y pasar a otra novia española, la ciudad de Sevilla, pero no puedo olvidar Huelva, y mis viajes que se hacen frecuentes, cada vez que entro y veo aquellas suaves colinas amarillas, me despiertan emociones intensas, no soy yo quien ha procurado el amor a huelva y sus pueblos, ha sido huelva y sus gentes quienes han hecho que mi amor por huelva se convierta en permanente, para siempre.
Dr. Roberto Gonzalez G.
Médico Gastroenterólogo.
19-agosto-2022.