Siempre ha habido chorizos, ladronzuelos de poca monta, vagabundos, tunantes de medio pelo, que pululan por las oscuras noches en cualquier ciudad del mundo, buscan obtener por medios ilícitos algo que para ellos es de valor y no han sabido o tenido la oportunidad de proveérselos ellos mismos por medios honrados , honorables, dignos.
Su autoestima no existe, dignidad no saben que es eso, han caído tan bajo en valores morales, que no sienten o significa nada para ellos de manera que ser actor de un hecho delictivo repudiable, para ellos es normal, ni frío ni calor les da el cometer delitos pues no lo consideran ellos un hecho pecaminoso.
Estos seres marginales, vivos en la oscuridad, si alguna vez les brilla un poco la razón, pensarán; "Si esos que lucen durante el día, y visten traje y corbata o bien de Uniforme, hacen de igual manera o peor manera con mayor pecado, obteniendo verdaderos grandes beneficios que esquilman al pueblo, roban su dinero sin tener verdaderas necesidades, esos mafiosos, ladrones de cuello blanco, sin que en apariencia sea notorio al gran público, ¿porqué nosotros verdaderamente necesitados, no vamos a robar, asaltar... y no tenemos su poder , ni su traje ni su corbata,? entonces nos sentimos justificados.
Hay Países y Países, en algunos la ley y los servicios policiales y de seguridad, dedican sus esfuerzos y lo hacen lo mejor que pueden, para controlar estos actos indeseables, incluso en ocasiones claramente apoyados por la ciudadanía, bajo órdenes superiores. Es parte de su trabajo y lo hacen con voluntad de mejorar, disminuir la delincuencia en busca de la eliminación de esa fea y dañina afición. Pero existen otros en los cuales no parece ser eso motivo de preocupación, hay algunos en que incluso se premia, hay algunos en que se ha destrozado tanto la forma pacífica de convivencia por motivos ajenos al gran pueblo. Los motivos suelen ser de las elites que gobiernan o mesiánicos que por la rueda de la fortuna cayeron en el sillón. En el fondo son estos los que propician y promueven la inseguridad ciudadana porque viene bien a sus propios intereses , políticos generalmente.
De forma que así se ve la sociedad intimidada no solo por quienes hacen de esa intimidación un quehacer permanente para beneficio propio y objetivos finales, que se resumen en permanecer y permanecer, sino que también se ve no solo intimidada grandemente, sino acosada y agredida por otro tipo de bichos que pueblan la noche y la oscuridad, delincuentes de cuello negro raterillos de poca monta, fanáticos descabezados, que crecen al amparo del deterioro de las estructuras y van aumentando, creciendo en número y en formas delictivas; ya no caben en la negra noche, los vemos surgir y actuar también en la claridad del día, claridad que ya no les intimida, ni les detiene en la ejecución de sus fechorías porque se sienten justificados en su propio parecer... ( Si ese grandote roba millones, porque no yo) es como que si consideraran que los grandotes predicaran con el ejemplo. Este tipo de personajetes que vive de la delincuencia y de tocar las palmas a quien ellos consideren protectores, esos seres, ese pobrerío miserable obligado cometen actos delictivos, que se vuelve para ellos actos de sobrevivencia y como carecen de valores que nadie se ha preocupado de inculcar en ningún momento de su lastimosa vida, sino que han obtenido del poder todo lo contrario, antivalores y ser utilizados como elementos de choque en ciertos momentos.
Estos delincuentes de poca monta, estos rateros de medio pelo, al carecer de conciencia, de cabeza, no tienen reparos en agredir incluso golpear y asesinar para obtener unos cuantos pesos o por ordenes superiores recibidas, su corazón y conciencia desaparecen por la necesidad que así sienten.
No se debería culpar solamente a ellos porque son mero resultado de acciones políticas, de no educación, de no aplicación de la ley, etc.etc. y eso debería ser a mi entender labor del estado compaginado con su sociedad.
Ya han traspasado la barrera nocturna y han convertido el campo en la claridad del día, con luz y taquígrafos para sus acciones, donde impera la ley del más fuerte, del más oportunista, del más y mejor apadrinado.
La sociedad sana, la sociedad honesta, la gente humilde, los pobres y pobres de necesidad siguen siendo los que primero sufren los efectos de esta lacra, por ser objetivos más fáciles, más débiles, más desprotegidos.
Y puede llegarse el momento, ojalá y me esté equivocando en mis apreciaciones que los malhechores , pidan a la víctima que muestre su carnet, para así saber si robar, robar poco, robar mucho, amedrentar o asesinar o bien No tocarlo al identificarlo como "compañeros", somos compañeros.
Una sociedad que ha llegado o puede llegar a estos niveles de delincuencia permitida o no, es una sociedad gravemente enferma camino del precipicio, esto también resultado de las acciones de los que mal gobiernan, sea cualesquiera que fuera el país donde esto suceda.
No se debe señalar con el dedo solamente a aquel que ayer me asaltó en la oscuridad de la noche, o a medio día en calle tal, ni al otro que robó en la tienda de cosas económicas o de mayor valor, o al que pistola en mano me golpeó a la puerta del banco donde guardan los dineros aquellos pudientes, no solamente a estos bichos hechores de maldades y graves, sino también hay que identificarlos en otros lados con apariencia de más respetables y desde luego mejor vestidos.
RGG.
