¿UD. COMO ME VE?
Uno de los días en que pasaba consultas externas, le tocó el turno a un señor de edad mayor. Entraba por la puerta un varón delgado, estatura media alta, tez morena, pelo tupido completamente blanco como un peluche, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata azulada con dibujos. Caminaba rectecito hacia mi, y ya quitándose el sombrero de fieltro gris que llevaba se sentó.
-Y Bueno Don Manuel, ¿En que le podemos ayudar?, ¿Que edad tiene? - me mira sonriente complacido-.
-¿Ud. qué edad me echa?
-Bueno... Yo diría que unos 76-78. - se sonríe, me mira, y como que le cuesta unos segundos decir...-
-"Esta semana Cumplo 87".
- ¡Pero que me dice! ¿Si?, ¡Es increíble! -mi expresión de cara, era contento, cercanía, y sorpresa, sonreía yo, y mejor que Dn. Manuel-. ¡Es increíble! ¡ Pero si lo veo, caminar rectecito ! ¡Camina ud, mejor que yo !.. silencio- sonrisas de paciente, médico y enfermera-, la mejor, la del paciente.
-Gracias, ¿ Ud como me ve?
- ¿Yooooo?, fenómeno Don Manuel, fenómeno.
- Pasan segundos.... y Bueno, ¿Cuales son sus molestias? pregunté.
-Ay Doctor- y empieza un relato interminable, de molestias, insuficiencias, etc.
- A mis ojos, no parecía, tras haberlo escuchado unos minutos, que tuviera nada, así que lo dejé seguir hablando un rato, pero la consulta ese día estaba a reventar, y no podía dejarlo tanto tiempo, así que utilicé mis recursos para ir acabando la plática, sin que se sintiera rechazado, y lo conseguí. Al finalizar crucé mis brazos sobre mi escritorio hacia él, di mi mano, me dio la suya la cual la abracé con mi otra mano, quedando atrapada entre las dos mías y así se fue levantando de la silla, pero sin dejar de hablar de sus cosas, de los tiempos, de la vida, etc, etc... de esta manera fue cayendo en la cuenta que la entrevista había terminado, y ya casi saliendo por la puerta, se gira hacia mí y me vuelve a largar ¿Pero Ud, como me ve?
-Sonriendo yo, le digo en voz clara, audible, ¡¡Fenómeno Don Manuel!! ¡¡Campeón!! ¡¡Un tigre Don Manuel!!, yo quiero firmar para llegar así a esa edad Don Manuel...-Antes de cerrar definitivamente la puerta Sonrió muy complacido ya colocándose el sombrero.
-Adiós Don Manuel.
-Hasta otra Doctor...
Y es que amigos y amigas, las personas necesitan ser escuchadas y más la gente mayor. ( Hoy en día pocos saben escuchar. Vean sino una muestra. ( un programa de TV).
Los Ancianos y niños más que cualquier otro, requieren atención. Que uno los escuche, y eso es de lo que más carecen. Si los escucháramos más, estaríamos haciendo medicina, curándolos de enfermedades,dolencias que no son reales.
Hay que escuchar a los viejitos.
Dr. Roberto González G.
Huelva 29/03/2018.
