Y el Hombre dijo tras larga reflexión, tiene daño interior, no reciente sino de larga data, desde su niñez probablemente, falló la madre, falló el padre, fallaron los que con ella contactaron. Es increíble que sobreviviera, pero lo había conseguido a fuerza de empacarse en túnica de acero.
Con el tiempo y cariño comenzó a abrirse, pero se engañó viendo cosas donde no existían, que como fantasmas del pasado la acechaban en su camino, dispuestos a no dejarla tranquila, en paz, seguramente vivía con alterada visión de la realidad por el daño terrible sufrido de forma continuada durante largos 30 años, mal que lleva impregnado como un perfume atroz que no se disipa en su ser y no la deja.
Pudo haberse recuperado bastante, pero cayó de nuevo. Mueve a la pena, pena verdadera, pues su infierno se repite y se le repetirá una y otra vez como en círculos concéntricos sin fin, podrá escapar a esa infelicidad a temporadas mínimas, con ilusorias historias que no serán suficientes, nada será suficiente porque tiene daño, y se irá de un lugar a otro hasta el agotamiento…
Y sentirá al final lo mismo que el hombre sintió, entonces sabrá que perdió.
Su pasado le arrebató el amor.
RGG. Sevilla.15-10-2022
