El doctor se iba de vacaciones al día siguiente y se encontraba
haciendo maletas, así que no prestó mucha atención a la noticia que emitía Televisión Española,- se había detectado el primer caso de chikungunya en la ciudad de Valencia-.
La palabrita que sonaba a título de baile meneadito latino, reapareció en su conciencia y ahora sin posibilidad de evitarla, cuando aterrizó en su país, declaración de aduanas, cartelería, maleteros, taxistas, familiares que esperan, … el tema era “ ChiKungunya”.
Mientras corría el vehículo que lo llevaba hacia donde dejó el ombligo, no perdió detalle del camino ahora muy mejorado. Dos horas lo separaban del punto. En tanto se agotaba la distancia, sus párpados cayeron.. comenzó a percibir zumbidos y ver enjambre de mosquitos en columnas bien formadas, eran de todos los colores como corresponde al trópico, pero aquel rojo diablo debía ser el que lleva la Chikungunya.
Se vino uno de ellos y con cara de malo, directo al cuello, se despertó. ¡Ufff!, de momento lo había evitado. Ya el nombrecito alegre, no lo dejaría mientras estuviera en el país.
Si, había oído y leído con anterioridad que las autoridades informaban y reafirmaban que no había Epidemia en el país y las cifras oficiales no eran suficientes como para declarar Epidemia de chikungunya.
Al pasar de los días alegres y festivos de septiembre, fiestas patrias que todos disfrutan, fue conociendo mas del mal que asolaba a la población, a diestra y siniestra, de arriba abajo y de abajo arriba, según el decir de lugareños. No había familia donde no hubiera uno, dos o toda la familia afectada.
No respetaba cuna ni apellidos, tampoco edades o titulación, todos iban cayendo, pasar la Chikungunya llegó casi a convertirse en un rasgo de tiempos modernos en el pueblo, en carácter de identidad, según comentaban y reían….. Jessy, del barrio la chispa, Chana del
progreso, Doña Felisa de palo alto, la Juana del barrio Sandino, don Antonio de Guanuca, y hasta Felipito de la calle central, todos contaban igual historia como que si hubieran ido a la misma escuela.
-Mire, lo peor, lo peor... ¡Ay! son esos dolores de coyunturas, que parece le estallara un rayo en los mismitos huesos, y duran hasta 6 meses ¡fíjese Ud!.-
-La falta de fuerzas dijo Felisa, ¡Eeeso, fue lo que me mató desde el principio! , figúrese que apenas me podía dar vuelta en la cama-.
-Jessy,- yo lo que pasé peor fue la Fiebre, esa fiebre, no es jugando..
menos mal que fueron solo 3-4 dias.-
-A chana le vino bien, porque dice que le quitó todita, todita la gana de comer, y como estaba gordita, ahora está hasta alegrita-. Y así todos contaban su experiencia con el virus.
- ¿ y, acuden a los médicos ?-
- ¿ Y para que iban a ir? al principio algunos fueron pero luego la gente se cansó de que a todos les recetaran lo mismo, y como vimos que no era de muerte, pues la gente dejó de ir, de todos modos. Fíjese que a Nacha, se le ocurrió preguntar, que porqué no le hacían el análisis para saber… y ¿que le dijo el doctor? - ¡Noooo! Para qué? eso es, Nacha, yo no me equivoco, no te preocupes, te lo digo yo, eso es chicunguya, no hay duda-.
-Entonces, doctor ¿ sin análisis pues? Síi Nacha, tomate el ibuprofeno como te he dicho..-.
-Ojalá y no me pique aquí, ese jodido mosquito, porque sino, no me van
a dejar entrar los europeos, digo yo-.
-Así con cierto miedo, nuestro doctor andaba como dicen en el pueblo, "sicoseado" por el mosquito, se dormía empaquetado como mazorca en tuza, o como mujer en país musulmán, así se aseguraba y ayudaba a repelentes… por las mañanitas cuando el día clareaba se metía al baño y ¿que hacía? - Lo primero examinarse a fondo por todos los lados que podía, porque por detrás no le llegaban los ojos. Pero daba por hecho que no tenía ninguna picadura al no sentir ningún picor.
Entonces ya más tranquilo, procedía a aquella experiencia añeja, el balde grande de plástico anaranjado estaba repletito de agua, y la panita verde nadaba encima como barquito, sonrió recordando su niñez, ahora toca repetir.. ¡haay, que rico! y recordó que, para que el arte fuera bueno, tenía que ponerse en cuclillas, que es como mejor abarca el agua en cada panada, mayor parte de cuerpo, y entre una y otra pensaba……-Esto es una epidemia de chikungunya, digan lo que digan los que mandan, el pueblo bien lo sabe, es una epidemia, y la gente ya perdió el miedo inicial-.
Cuando vagaba por sus calles lindas, alguno de repente se encargaba de recordar la palabrita. -Doctor, ¿no le ha dado la “chicunguya”? -
¡Noooooo! No mientes ruina hombre.-. Jajajaja, seguía su camino.
Y se oye por el pueblo, que este año que viene, nos llega, otro virus, - ya si nos fregamos, no “chicunguya”, sino otro parecido-. ¡ ojalá no sea tan malo…, ojalá no nos reviente los huesos como el chicunguya.! Sonríe la gente, hacen chistes, se quejan del servicio de salud, pero
siguen viviendo su vida corriente, solo alterada por esas apariciones de hombres empañuelados y gorra de visera sucia, arma grande de ruido infernal que entran en casas y no dejan espacio sin fumigar, abatizar, eso está bien, muy bien, pero no suficiente para el problema del mosquito malo, rojo.
La imagen del hombre sin medios de protección adecuados es intimidante, soldados, guerreros especiales a lo pobre.
Al doctor si tiene suerte no lo picará el mosquito en los días que le restan de vacaciones y entrará de nuevo en Europa, aunque en sus adentros, pareciera pensar que si le pica el mosquito se tendrá que quedar en el país y se le ve malicioso cuando uno le insinúa esa
posibilidad… Uno nunca sabe en esta vida...
RGG
Matagalpa-30/09/2015
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