Un amigo Nicaragüense, culto, poeta, gran conversador amante de la plática, de la tertulia, alguna copa en la mano, granadino por más señas, yo diría que para aquel entonces, tendría unos 50 años, morenito él, pícnico de gafas gruesas redondas que le hacían más inteligente su aspecto, de humor envidiable, siempre reía, contando anécdotas de amigos y de Nicaragua, y reía con ganas de niño malo.
Enferma y grave, lo tienen que operar porque si no se opera se va a morir, su corazón enamorado impenitente, está a punto de desfallecer.
Un par de días antes de intervención a corazón abierto, recibió la visita en la habitación del hospital de dos amigos también nicas, muy amigos de toda la vida, bohemios , poetas, y gozadores todos de la chanza con arte.
Estando yo presente aquella tarde de primavera Sevillana de los años noventa y tantos , y por supuesto acompañaba al paciente su esposa española, - Mujer seria, disciplinada, acostumbrada a muchas formalidades y en todo estricta-.
Mi querido amigo tendido en su cama de sábanas blancas del hospital, ya saben Uds. y si no, lo pueden imaginar, esos estados. Y si además son poetas , intelectuales, como que viven peor los momentos de salud alterada, bueno pues el pobre poeta soportaba las visitas como mejor podía, preocupado por la intervención a la que iba a ser sometido, palidecido guardando como mejor podía la compostura. La esposa seria compungida...
Y entre la platica y platica se le ocurre al enfermo, decirle al primo,-Uno de los visitantes-
“ Mirá si no salgo vivo de la operación, mandame para Nicaragua, quiero que me entierren en tal sitio. …. “ .
La respuesta del primo fue inmediata.
-No Hermanito, eso ni lo pensés, si te morís, te quemamos y después te snifamos.. ¡que vamos a estar mandandote a Nicaragua!! jajajajaja. las carcajadas fue inmediata y de todos menos ella.
El enfermo dijo sonriendo ¡¡ QUE JODEN UDS !! La esposa salió de la habitación escandalizada. y los amigos con carcajadas que duró minutos. jajajaja, jajaja.
El enfermo fue a quirófano bien animado.