NOTICIA QUE NO ES.

LA NOTICIA, QUE NO ES.

Las redes sociales hierven con la denuncia pública que hace un ministro de Cristo, un obispo de la Iglesia Católica en Nicaragua, de estar sufriendo acoso y persecución, afectando igualmente a su familia. Eso dice el videoclips grabado por el propio Monseñor Alvarez. Vuela en las redes.

Eso me trajo a la mente casi de inmediato, recuerdo de cuando era un chiquillo y junto con otros muchos jugábamos en las calles de tierra de barrio pobre allá en Matagalpa... de repente alguien, alguno, corriendo gritaba espantosamente " Un perro con rabia, Un perro con rabia", y la chiquillada salía despavorida a refugiarse donde podía en busca de sus mayores, portones, patios, casas con puertas abiertas a punto de cerrarse ante el alboroto y la presencia del animal presentida cerca, y no se obtenía calma y sosiego hasta que el animal asi considerado era apresado y quitado de las calles... Cuando se preguntaba que que hacían con él animal, nos decían los mayores que sabían más que los niños, que se lo llevaban y lo mataban cortándole la cabeza.

Ese recuerdo de la infancia me lleva ahora a una visión aquí donde estoy, y como pintura viva ahora veo a mi pueblo en una oscurana tremenda, hasta la luna y las estrellas han desaparecido en mi recuerdo, las verdes montañas que rodean la ciudad en hondonada han desaparecido con la negrura , entiendo en mi trágica visión que es noche cerrada, y el temor de los corazones se hace presente. Las calles y caminos desiertos, no hay una alma buena a estas horas, solo vehículos con gente fea uniformada se mueve libre, el ruido del silencio horrible solo es interrumpido por el silbido del viento que como una escoba barre aquellas calles de mi pueblo por las que de niño caminé, o fueron testigos de mis carreras ante el temor, teror que infundían otros perseguidores.

Hace más que fresco, frío en los huesos, la población acostada, cobijada hasta los ojos en sus camas pobres, duerme pero no duerme atenta a los ruidos y voces que pueden llegar desde afuera, y así así, mi visión se me diluye y me amanece al abrir mis ojos aquí en España donde sigo aliviado, ¡Ojalá! y amanezca igual mañana a la gente de mi pueblo allá lejos.